Monday, March 30, 2009

Escritor Mario Choy Novoa Resucita


Si mi venida a Lima sirvió en algo, fue que logró motivar lo suficientemente a ese inubicable cuentista de los años ochenta llamado Mario Choy Novoa a dejar su concha de hombre de empresa, donde se había encerrado en calidad de conchudo, y visitarme en el bar de mi hotel. A Mario, hijo del recordado historiador don Emilio Choy, lo conocí en el año 1979, el mismo año en que ganó una Mención Honrosa en el Primer Concurso Copé (todos consideramos que debió haber ganado el Primer Premio) con "Butaca del Paraíso", un cuento tan enternecedor como magistralmente escrito. Para mí, aunque sin connotaciones homo, él era la China Linda o el Chino Negro, y yo para él la China Hereje o el Chino Chino.
El Instituto Confucio de la Pontificia Universidad Católica del Perú está planeando reeditar su cuento "Butaca del Paraíso" pronto, para coincidir con las celebraciones del 160 Aniversario de la Inmigración China al Perú. Por otra parte, Mario me ha confesado que viene trabajando en una novela larga, y que tiene completadas unas 250 páginas.

De izquierda a derecha: Escritor Cronwell Jara Jiménez, cineasta Gonzalo Tapia, Mario Choy Novoa, SKW.

Saturday, March 28, 2009

Artículo en Peruinforma y Mundo Jurídico, 26 de Febrero de 2009

Tusans

Por Willy Quevedo

La gran muralla que alcanza una longitud de 5 mil kilometros es el simbolo que China es una nacion a la defensiva.

Inventaron las armas de fuego y las ballestas pero fueron derrotados en todas las guerras.
China fue dominada por los mongoles durante 160 años e invadida por tropas francesas, rusas y japonesas. Asimismo, Inglaterra se quedo con el puerto de Hong Kong luego de vencer a los chinos en 1842 en el combate del opio.

El estancamiento productivo y el crecimiento demografico que llego a 450 millones de pobladores en 1850, tuvo como consecuencia la hambruna en el imperio asiatico. Ello forzo la emigracion. Hace 160 años vinieron al Peru 100 mil coolies que fueron contratados para trabajar en la agricultura.
Actualmente, la colonia china es la mas numerosa. Se calculan en un millon los tusan o descendientes de cantoneses. Es una comunidad orgullosa de su cultura milenaria. Tanto es asi, que publican un diario impreso totalmente en tipografia manchu.
Las enseñanzas de Confucio y Lao Tse son basicas en la religiosidad oriental. El culto a los ancestros, el respeto al projimo y la amabilidad en el trato personal son maximas fundamentales.
Esta ideologia podria explicar que el gigante asiatico al que hoy pertenecen 1,200 millones de habitantes permanezca paciente. ¿ Responderan algun dia con violencia a Occidente por todas las humillaciones que han sufrido ?.

En el pais, hijos y nietos de asiaticos se han destacado en diferentes campos y han contribuido a la grandeza de la patria. Siempre seran admirados el historiador Emilio Choy, el filosofo Victor Li Carrillo. el sociologo Pedro Zulen y el empresario Erasmo Wong.

En la literatura, Siu Kam Wen ha construido una obra imperecedera. Su libro " El tramo final " reeditado con exito, es un clasico del cuento peruano.
Kam relata la vida cotidiana de los tusan. Los personajes son interesantes porque tienen a la vez virtudes y defectos. Son egoistas y generosos, vanidosos y humildes, astutos e ingenuos.
Otro de los rasgos es que la mayoria de los actores son antimaoistas. Una costumbre que llama la atencion es el uso de las casamenteras debido a que los inmigrantes por ser tan laboriosos no tienen tiempo de hacer vida social.

" El tramo final " nos muestra el lado tierno de los chinos. Nos hace reiterar el agradecimiento a quienes descubrieron el papel, el fideo y el arroz.
Sin embargo, la reciente prosperidad de China interpela su pacifismo y es legitimo dudar si se convertira en una potencia ofensiva.

Saturday, March 21, 2009

Artículo en FilmsPerú/ Revista Mercado Negro

POSTEADO EN LOS BLOGS, EDITORIAL CASA TOMADA LANZA SERIE CLÁSICOS PERUANOS CONTEMPORÁNEOS CON EL TRAMO FINAL DEL AUTOR DE CULTO CHINO PERUANO SIU KAM WEN

Este martes 3 de marzo, desde las 19:30 horas, en las instalaciones del Centro Cultural de España, la Editorial Casa Tomada presenta la serie Clásicos Peruanos Contemporáneos. Una interesante selección de libros cuyos autores representan una nueva voz en el escenario de la narrativa nacional y de hecho, constituyen verdaderos hitos dentro de las letras nacionales, ganando su espacio propio además de los autores ya consagrados o más publicitados.

“El tramo final” del autor chino – peruano Siu Kam Wen inaugura la flamante colección que será presentada por los escritores peruanos Oswaldo Reynoso, Javier Arévalo y el editor de Casa Tomada, Gabriel Rimache Sialer.

Este libro constituye en sí mismo un presente de singulares características; editado primigeniamente el año 1985, se trata de la primera entrega de un autor que con el paso del tiempo ha ido convirtiéndose en lo que denominan un autor de culto.

Elegido libro del año y posteriormente reseñado unánimemente como uno de los mejores de la década del 80, “El tramo final”, versión 2009 (“edición definitiva” según el mismo autor) presenta una colección de relatos estupendos, sobrecogedores, tiernos y deslumbrantes.

Más allá del terreno estrictamente literario y de algunos extraños juicios de valor (la ignorancia es atrevida reza la frase) respecto de la valía del autor, nuestro portal ha considerado oportuno reseñar este lanzamiento editorial pues la estrategia de comunicación publicitaria, por así llamarla, es singularmente creativa puesto que la presencia de Siu Kam Wen en Lima se ha difundido casi en su totalidad través de blogs y de comentarios de blogueros con interesantes posteos sobre su obra y la trascendencia de la misma.

Así tenemos, y ya ingresamos, a zonadenoticias.blogspot.com; amoresbizarros.blogspot.com; notasmoleskine.blogspot.com; entre otros.



PERO, ¿EXISTE REALMENTE SIU KAM WEN?

El mismo año en que “El tramo final” era elegido libro del año, 1985, mitad exacta de los 80, Siu Kam Wen ya había partido a Hawái. De ahí que el desaparecido diario nacional La Prensa reseñara "Siu Kam Wen, quien no sabemos si en realidad existe, ya que está de moda inventar escritores orientales para encubrir autores conocidos...".

Pero Siu Kam Wen sí existe, y aunque aprendió el castellano recién a los ocho años de edad, se siente, se considera y reclama para sí el rótulo de escritor chino – peruano.

Nacido en Zhongshan con el nombre de de Xiao Jin-Rong el año 1951, la aventura vital de Siu Kam Wen va desde China, tres años de estancia en Hong Kong y luego, como ya se mencionó, contando solamente con ocho años, llega al Perú, donde viviría entre 1959 y 1985.

Estudió en el Colegio Peruano Chino 10 de Octubre y en la Gran Unidad Escolar Ricardo Bentín e hizo sus estudios universitarios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde se graduó de Contador. Fue en los claustros sanmarquinos donde se apasionó por la literatura.

El año 1981 obtiene una Mención Honrosa en el Premio Copé de Cuento y El cuento de las 1,000 palabras de la revista Caretas en 1983.

Siu Kam Wen ha escrito desde entonces los libros El tramo final (1986, 2009), La primera espada del Imperio (1988), Viaje a Itaca (2004), La estatua en el jardín (2004), Deconstructing art (2004), La vida no es una tómbola (2008), y El furor de mis ardores (2009).

Entrevista en La Primera, 21 de Marzo de 2009

Siu Kam Wen, con añoranza del Perú

Siu Kam Wen, con añoranza del Perú
Siu Kam Wen, peruano y chino a la vez.

DETALLE

Siu Kam Wen (China, 1951), radica ahora en Honolulu dedicado a trabajar como contador, ha publicado La primera espada del imperio, La estatua del jardín, y Viaje a Itaca. También presentó hace algunas semanas en Lima la reedición de su libro de cuentos Tramo final (Casatomada, 2009).
Cuando apareció La vida es una tómbola (UNMSM-2008), nada se sabía acerca de Siu Kam Wen, hasta que finalmente estuvo en Lima para presentar su novela. He aquí una entrevista singular.

- ¿Cómo define el lenguaje de sus novelas?
- Creo que uso fundamentalmente un lenguaje sencillo y conciso, sin necesidad de recurrir a palabras rebuscadas, porque los autores que trato de imitar son por ejemplo: Stendhal y Puskin, quienes se caracterizan por un estilo sencillo y no preciosista.

- ¿Qué importante es la estructura literaria en sus novelas?
- Bueno, toda novela tiene que tener una estructura, una unidad. Por ejemplo en La vida es una tómbola, hay tres hilos narrativos y al combinarse tiene que producir un todo literario, uniforme, mejor dicho, armonioso.

- ¿En qué se diferencia o parece a Isaac Goldemberg puesto que lo dos son migrantes y desarraigados a la vez?
- Hace varios atrás que me comuniqué con él por correo electrónico y coincidimos en que los dos somos, primero: autores que escriben y viven en una Tierra de Nadie porque él usó ese título para uno de sus poemarios. Yo también usé esa palabra como título de mi Blog. Segundo: escribimos fuera del Perú, un país al que literariamente pertenecemos. Pero nosotros, coincidimos en sentir que como escritores estamos en la Tierra de Nadie. Estamos en la periferia de la literatura del Perú y por otro lado, la literatura judía y la literatura china no nos consideran como sus autores. Estamos en el aire, el limbo.

- En todo caso, ¿cómo se considera usted?
- Me considero un escritor peruano, escribo en español, aún cuando mi nacionalidad es norteamericana y soy chino de nacimiento. ¡Ah! Pelguano pe. Otra razón por la que me considero escritor peruano es porque escribo sobre el Perú, sobre mi experiencia y sucesos en el Perú.

- ¿Qué temas literarios trabaja ahora?
- Algunas veces se agotan los temas de orden autobiográfico pero está presente el Perú, voy a recurrir a temas imaginarios o fantasiosos, pero sobre el Perú.

- Su libro La vida es un tómbola está escrito con la añoranza, ¿es verdad?
- Sí, es cierto. Añoranza por mi infancia y juventud, se trata de una novela que cubre diez años de mi vida, desde los 14 hasta los 24, el colegio hasta los días en San Marcos. La vida cotidiana impone tareas, pero la literatura es una opción de vida o muerte.

Friday, March 13, 2009

Reseña de La Vida No Es Una Tómbola en El Comercio

Nuestra colonia china

Por Ricardo González Vigil

Según una canción pegajosa que interpretaba Marisol hace medio siglo, la vida semeja una tómbola en la que todos, como premio, "encuentran un amor". "La vida no es una tómbola" contradice ese mensaje optimista: los padres no tienen los hijos que anhelaban, y viceversa; los lazos amorosos pretenden unir personas incompatibles, o movilizan ilusiones sin sustento; el tío invierte en una tienda y le construyen cerca un supermercado; en fin.

Estamos ante el fresco más amplio de la colonia china hasta ahora tejido por Siu Kam Wen (nacido en China en 1951, residió en el Perú entre 1960 y 1985, vive ahora en Hawái), una de las mayores revelaciones narrativas de la década de los 80, celebrado por numerosos estudiosos como escritor que ha sabido retratar "desde dentro" el componente chino de nuestro pluricultural y multiétnico Perú.

Numerosos personajes y situaciones de "La vida es una tómbola" ya las había abordado en parte en "El tramo final" (1985) y "La primera espada del Imperio" (1988), colecciones reunidas en el volumen "Cuentos completos" (2004), donde figura un tercer conjunto titulado "Ilusionismo"; y, también, en la novela "Viaje a Itaca" (2004), en la que narra cómo retornó al Perú en las semanas en que Fujimori ganó las elecciones presidenciales a Vargas Llosa, mientras Héctor fracasaba en su designio de encontrar esposa (es decir, una Penélope) en el Perú. Baste citar que Héctor y su padre habitan el cuento "El deterioro" (de "El tramo final") y que en "Viaje a Itaca" Héctor cuenta vivencias suyas y de su tío que desarrollará "La vida no es una tómbola", incluso compra una grabación de Marisol porque quiere escucharla cantar "La vida es una tómbola".

La complejidad intercultural de Siu Kam Wen la sintetiza un pasaje de "Viaje a Itaca": "¿Qué país debo considerar como mío? ¿China, donde nací? ¿O el Perú, donde he pasado la mayor parte de mi vida? Ignoro qué soy, pero sé lo que no soy: no soy un chino cien por cien, y no soy un peruano cien por cien". En concordancia con ello, puede cincelar excelentes narraciones ambientadas en la China de otros siglos (la mitad de los textos de "La primera espada del Imperio"), a la vez que asumir cabalmente lo "occidental" reconstruyendo el París de la Belle Epoque en una novela magistral, la más hermosa que le conocemos: "La estatua en el jardín" (2004). Nótese que lo heroico y maravilloso prima en las páginas chinas, y lo fantástico y lúdico (con una asimilación memorable de Borges y los maestros argentinos) en "La estatua en el jardín; mientras que el registro es realista y sarcástico en sus narraciones sobre el Perú.

ARGUMENTO
Héctor, nombre impuesto a un niño chino que emigra al Perú a los 9 años de edad, es el hijo de un tendero que quiere transmitirle su visión práctica de la vida; terminará despreciándolo por su vocación literaria. Con mil sinsabores Héctor completa sus estudios, aunque en una carrera que no le interesa; paralelamente, asistimos a sus frustraciones en el terreno amoroso.

Al lado de Héctor, presenciamos la existencia fracasada de su tío y de una bella china, entre otros personajes sin premios en la tómbola del mundo. El "amanecer" del último capítulo sugiere un posible cambio.

Reseña de Tómbola en Meridiano (Radio Filarmonía), 13 de Marzo de 2009

LA VIDA NO ES UNA TÓMBOLA DE SIU KAM WEN



La vida no es una tómbola es una novela autobiográfica, donde el autor expone los problemas de una sociedad multiétnica y las complejas redes sociales en que se desenvolvían los migrantes asiáticos en el Perú. Siu Kam Wen, una de las revelaciones narrativas de la década de 1980, consigue así penetrar en el interior de la colonia china, con un lenguaje directo y lleno de imágenes sugerentes. Junto a Héctor, el protagonista de la novela, confluimos en los complicados años setenta y ochenta, y somos testigos de su desarraigo y de su frustración amorosa.
De venta en librerías

Carlos Fernández Loayza

Wednesday, March 11, 2009

Reseña de El Tramo Final en La Primera, 10 de Marzo de 2009

La Magia de Siu Kam Wen

Hace poco se presentó en Lima la reedición del libro “El tramo final” (Casatomada, 2009) del autor chino peruano Siu Kam Wen. Por fin es posible encontrar los cuentos de este enigmático personaje, que reside en Hawai hace más de 20 años y es considerado un autor de culto en nuestras letras. Los cuentos, breves pero con una gran intensidad y un estupendo dominio del lenguaje (el autor aprendió el español a los 8 años) narran la vida, costumbres y conflictos de los migrantes chinos y sus familias en nuestro país. Pese a que sus historias nos sumergen en este mundo, tan poco conocido para nosotros, alcanzan un carácter universal. La familia, la tradición y la memoria colectiva son temas utilizados con maestría por ese autor, con historias que a veces presentan un giro sorpresivo dentro de lo cotidiano y otras están llenas de humor y sarcasmo. Sin duda un gran acierto abrir la colección Clásicos Peruanos Contemporáneos de Casatomada con este mágico libro. Alessandra Tenorio

Artículo en Caretas, 29 de Febrero de 2009


Tuesday, March 10, 2009

Entrevista en Perú 21, 5 de Marzo de 2009

07:11
Espectáculos y cultura | Jue. 05 MAR '09

"Soy chino de nacimiento, pero peruano de corazón"

Siu Kam Wen (China, 1951) se siente parte de la tradición literaria peruana. Considerado un autor de culto, presenta en Lima su novela La vida no es una tómbola .


El narrador es chino, vive en Hawai y tiene nacionalidad estadounidense. (Piko Tamashiro)

Por Gonzalo Pajares Cruzado

“Ser un escritor de culto significa que soy poco leído… pero que esos pocos que me leen me adoran”. Así se presenta Siu Kam Wen (1951), un escritor nacido en China, cuya lengua materna es el cantonés, que vino a Lima a los ocho años, y cuya lengua literaria es el español.

ENTRE NÚMEROS Y LETRAS. En Lima vivió 26 años. Estudió en el colegio chino 10 de Octubre, pasó por el Ricardo Bentín y terminó Contabilidad en San Marcos, especialidad que no le gusta, pero que le ha servido para ganarse la vida. ¿En Lima? No, en Hawái. “Yo me fui del Perú porque acá no conseguía trabajo. Como era ciudadano chino, tenía un carné de extranjería que me permitía trabajar durante tres meses. Al día 89, para evitar el trámite de renovación del permiso laboral, mis empleadores me despedían. Harto de esto, y siguiendo a mi madre –a quien estoy muy ligado– y a mis hermanas, decidí irme a Hawái. Era 1985. Vivo allá desde entonces y allí me quedaré. Eso sí, aunque nací en China, soy peruano por elección y por corazón. Es más, me siento parte de la tradición literaria peruana porque aquí me forme como escritor y porque mis textos están vinculados al Perú”, nos cuenta de su vida Siu Kam Wen.

Está en Lima porque la editorial Casatomada ha reeditado El tramo final , su alabado e inubicable –hasta hoy– primer libro de relatos, y porque la Universidad de San Marcos, su alma máter, ha publicado La vida no es una tómbola , su última novela, una especie de autobiografía.

Siu Kam Wen se convirtió en un autor de culto no solo por la calidad de su prosa sino, también, por su ausencia. Incluso, algunos llegaron a dudar de su existencia. No, nosotros damos fe de que existe, de que le gustan el vodka y el vino… y que, aunque domina el español escrito, para hablarlo aún tiene problemas. “Es un poco complicado: de niño pensaba en chino; de joven, en español; y, ahora, en inglés”. Tres países, tres lenguas, una sola pasión: la literatura.

“Escribo, parafraseando a Robert Frost, para ir por el sendero menos transitado. De joven quería ser como Borges. Lo imitaba y no me salía. Luego, leyendo a Isaac Goldemberg y a Bernard Malamud, me di cuenta de que uno debía escribir sobre lo que conocía y que más importante que el artificio estilístico y que la técnica era el contenido”.

Por ello, El tramo final reúne nueve relatos que tiene como protagonista a una variopinta gama de personajes de su mundo inmediato: la colonia china afincada en el Perú. Y La vida no es una tómbola, igual. “Es una novela autobiográfica. Héctor soy yo, y lo que le sucede me sucedió. Allí narro mi vida en Lima, desde los 14 hasta los 24 años”, confiesa, copa en mano, Kam Wen.

Monday, March 9, 2009

Entrevista en SOMOS, 13 de Diciembre de 2008



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Entrevista en Diario Expreso, 3 de Marzo de 2009

Cultural
De vuelta al barrio

iii-1El narrador chino peruano visita Lima para presentar la reedición de “El tramo final” y la primera edición de “La vida no es una tómbola”.
–¿Qué le suscita la reedición de “El tramo final”?
Estoy muy feliz, sobre todo porque la serie de la Editorial Casatomada se denomina Clásicos Peruanos Contemporáneos y no se inicia con un escritor peruano al cien por ciento, sino conmigo, que soy un escritor chino peruano.

Eso es un reconocimiento muy importante para mí y para la comunidad china en Perú.
–En el prefacio de dicha obra, usted menciona que la escribió con el corazón…
Puse algo más de mí en esos relatos, no como un narrador o escritor que se preocupa por el estilo y la estructura, de manera cerebral. Puse mucho corazón porque hay mucho de autobiográfico en esas historias, y eso era lo más importante para mí en ese momento: contar buenas historias.
–¿Le sorprende que ese libro de cuentos se halle entre las mejores obras de la década del ochenta?
Me sorprendí mucho cuando vi la lista de la revista Debate que indicaba que “El tramo final” estaba entre los mejores libros de los ochenta. Nunca me imagine que un libro que narra historias de la comunidad china en Perú podría tener tanto interés para la crítica.
–Tanto en “El tramo final” como en “La vida no es una tómbola”, que es la otra obra que viene a presentar en Lima, logra mostrar lo duro que es el mestizaje entre dos culturas tan distintas...
El mestizaje nunca ha sido una cosa fácil, siempre ha tenido muchas asperezas y el caso del mestizaje chino-peruano no iba a ser diferente. Siempre se ha dicho que los peruanos nos discriminan a los chinos, pero no creas que sólo se da de un lado. Hay muchos chinos que también discriminan a los peruanos con términos peyorativos. Es algo mutuo realmente.
–¿Qué rasgos de la cultura china busca plasmar en su escritura?
Más que presentar algunos rasgos de la cultura china, lo que quería era mostrar que los chinos también amamos, nos equivocamos, tenemos odios y que no somos solamente fríos y que hablamos mal el español, como se nos ve desde afuera con prejuicio, sino que somos como todos los seres humanos. Mi intención era desmitificar esa idea prototipo que se tiene de los chinos, ya que no somos personajes de cartón, sino que también tenemos alma. Además, no quería retratarlos de una manera costumbrista, sino que quería realizar algo parecido a lo que hizo José María Arguedas con los indios: retratar a los chinos desde adentro y no con una visión sesgada desde afuera. Buscaba, más bien, criticar muchas prácticas que los chinos trajimos al Perú, como: los matrimonios arreglados, los prejuicios y el menosprecio que hubo por la educación, los primeros chinos no veían bien enviar a sus hijos a las universidades, siempre se ha querido que los hijos continúen el negocio familiar, lo cual es muy tradicional.
–Usted quería ser escritor, pero egresó como contador de la UNMSM…
Antes de ingresar mi padre me dijo que terminando la universidad yo me iba a mantener con mi propio pan, así que estudié Contabilidad porque me iba a dar el sustento que necesitaba, pero no era lo que yo quería. Además, siempre he sido un acomplejado con respecto a mi acento chino y en esa época pensé que no me iba a ir bien estudiando Letras, ya que creía que no iba a conseguir trabajo o que si lo conseguía como docente, los alumnos se iban a burlar de mi acento. Lo lamenté mucho, sinceramente…
–¿Y en qué idioma se siente más cómodo a la hora de escribir?
Comencé a escribir literatura en castellano, pero tras cinco años de vivir en Hawaii empecé a escribir también en inglés. Mi novela “Viaje a Ítaca” me tomó nueve meses escribirla en inglés, pero traducirla al castellano me tomó dos años. No pensé que sería tan complicado. En cuanto a género, me siento más cómodo escribiendo ensayos en inglés y cuando se trata de hacer ficción prefiero el castellano, sobre todo por que la prosa en español, como la china, posee una cadencia y una sonoridad que el inglés no tiene, lo cual me tomó tiempo descubrir.
–Finalmente, cuando dicen que usted es un “autor de culto”, ¿cómo lo toma?
(Risas). Eso quiere decir que me han leído muy pocos, pero lo tomo como un honor. Es que la temática sobre lo cual escribo, es decir, los chinos en el Perú, no es un tema que forme parte del mainstream de la literatura, sino más bien de la periferia. No es un tema que le interese a muchos, pero, me siento muy complacido de que se me tome en cuenta de ese modo, ya que no era mi intención como escritor y habla de que mi trabajo está en buen camino.
TOMACINI SINCHE LÓPEZ

El dato
Siu Kam Wen nació en Zhongshan (China) en 1951. Tras una estancia de tres años en Hong Kong, vino a vivir al Perú con sólo ocho años de edad. Vivió en nuestra capital desde 1959 hasta 1985. Estudió en el Colegio Peruano Chino 10 de Octubre y en la GUE Ricardo Bentín. Es autor de los libros: “El tramo final” (1986), “La primera espada del Imperio” (1988), “Viaje a Ítaca” (2004), “La estatua en el jardín” (2004), “Deconstructing art” (2004), “La vida no es una tómbola” (2008) y “El furor de mis ardores” (2009). Reside en Hawaii desde 1985.
El escritor chino peruano presentará hoy a las 8pm su libro de cuentos “El tramo final” (Editorial Casatomada, 2009) en el CC. de España (Ca. Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz). Mientras que el jueves 5 a las 7pm presentará su novela “La vida no es una tómbola” (Ediciones del Vicerrectorado Académico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2008) en el Instituto Raúl Porras Barrenechea (Ca. Colina 398, Miraflores). El ingreso es libre a ambas actividades.

Sunday, March 8, 2009

Entrevista en El Comercio, 5 de Marzo de 2009



ENTREVISTA. Un escritor mítico


El retrato de la colonia china



SIU KAM WEN HA CREADO UN MUNDO CON PERSONAJES RESIGNADOS A UN DESTINO FATAL. EL ESCRITOR CHINO-PERUANO VINO A LIMA A PRESENTAR DOS DE SUS LIBROS


Por: Gonzalo Galarza


El hombre cuyo rostro fue un misterio durante muchos años y cuya existencia fue puesta en duda ha vuelto para despertar el entusiasmo de decenas de personas que lo han ido a ver y a escuchar en la presentación de su libro de cuentos “El tramo final”, reeditado después de más de dos décadas. El suyo parecía un regreso profético: el nombre del escritor chino-peruano Kam Wen (seda y gloria) da vida a esa frase cuyo sentido fascinó a su padre: “Regresa al pueblo natal cubierto de seda y gloria” (Kam Sou Wen Kuei). Él, que nació en China, se crio en el Perú y vive hoy en Hawái, volvió al Rímac y sintió lo que es pertenecer a un momento y a un lugar en el mundo. El día que pisó su barrio nuevamente un antiguo peluquero lo reconoció: “Fue un momento muy emocionante ser reconocido después de muchos años en tu propio barrio”, dice. Esa fue su gloria.


¿En “El tramo final” hay estos personajes resignados a su destino?
Escribí estos cuentos cuando estaba en una época bastante pesimista y las historias sufrieron esto. Casi todo termina en tragedia o en un final no muy favorable. Son personajes muy específicos, miembros de una colonia de emigrantes, y he tratado de hacerlos sufrir y contar historias universales antes que coyunturales. Tengo la fortuna de haber publicado el libro un año después de haber salido del Perú, en el 86.


¿Fue una etapa muy opresiva?
Sí, en esa época había acabado mi carrera de Contabilidad en San Marcos. Hice mis estudios de noche: once años en la nocturna de la secundaria y en la universidad. Entonces tenía una visión un poco deprimente. Además tenía muchos problemas personales, no podía conseguir trabajo, traté de nacionalizarme y no pude; esa combinación de cosas impactó en los cuentos. Ahora soy más optimista debido al clima de Hawái, con sol todo el año, uno no tiene tiempo para deprimirse.


¿Su otro libro, “La vida no es una tómbola”, es su reconciliación con su familia?
Nunca me he peleado con mi familia ni mi padre. Si en el pasado me resentí de las acciones de mi padre, ahora ya no. Ha fallecido y no le guardo rencor. Comprendí que él era una persona chapada a la antigua y no podía cambiarlo. Entonces tenía que adoptarme a su visión del mundo o forjar el mío.


¿Cuánto le costó forjarlo?
He hecho mucho esfuerzo y sacrificio. Yo no aprendí español durante las clases, lo hice a través de traducciones de chino a castellano. He llegado a traducir un capítulo de “El capital” de Marx, y de “Don Quijote”.


¿Ha pesado el tema de las nacionalidades?
Ese ha sido un problema para mí. Hoy ya no me preocupo por eso. Si yo he nacido chino, seré chino, si me consideran peruano, seré peruano, lo norteamericano fue decisión mía. Es un honor estar en los Clásicos Peruanos Contemporáneos. Me considero un escritor chino-peruano.


En Hawái también ha mantenido un perfil bajo
Sí, porque cuando digo que soy escritor la gente me mira como si fuera marciano. No pueden concebir que un chino escriba en español, es una rareza. En Lima hasta hace unos cuantos años también pensaban así. No me voy a convertir en un fantasma sin rostro, inexistente.


Pero ha sido eso, no ha presentado ningún libro en Lima…
Tuve un grupo de bohemia compuesto por estudiantes de Letras y algunos de Ingeniería de San Marcos, como Cronwell Jara, Mario Choy y otros más… Ahora cuando se habla de literatura peruana ya no se trata de miraflorinos, son una minoría étnica. Alguna vez yo dije que los criollos tenían más cobertura mediática porque eran más simpáticos, nosotros somos cholos, negros y chinos (risas). Pero si has nacido en Miraflores, tienes que escribir sobre eso, no como Ciro Alegría. Nosotros no escogemos los temas, estos nos escogen. A mí me gusta alternar lo autobiográfico y lo fantástico: una vertiente es sobre los chinos en el Perú y la otra son historias ambientadas en París o en la China histórica.


En sus inicios hubo un poeta que le quiso aguar la fiesta.
No quiero decir su nombre. Pero fue una mala decisión darle el manuscrito para que lo leyera porque me aconsejó no seguir la carrera de escritor. Tuve que regresar a mi casa amargado a escribir mi segunda colección de cuentos nada más para demostrarle que podía escribir cuentos con finales sorpresa.


Mucha parte de su vida ha consistido en eso, en demostrarles a los demás
Sí, he pasado por eso. Ahora no tengo que demostrarle a nadie y hago lo que quiero en el idioma que me siento más cómodo. Y ese es el castellano.

Entrevista en Diario El Peruano, 4 de Marzo de 2009



Siu Kam Wen. escritor
Una mirada diferente


Asegura que obra de Goldemberg abrió camino a literatura de minorías


A pesar de vivir fuera le cuesta adaptar historias a otro lugar distinto al Perú


Ernesto Carlín Gereda
ecarlin@editoraperu.com.pe


En la década de 1980 aparecieron las primeras obras de Siu Kam Wen, en las que se hablaba de la colonia china en el Perú. Él se mudo en 1985 a Hawai y, a pesar de las buenas críticas que había recibido, se le perdió el rastro. Pero ahora está de vuelta en las librerías locales con su novela La vida no es una tómbola y la reedición de su libro de cuentos El tramo final.


¿Qué significa autores como usted, Goldemberg, Augusto Higa, que hablan sobre minorías?
–Estamos teniendo una explosión de ese tipo de literatura. Antes de los años 50 no hay una literatura de la minoría. En Estados Unidos sí existía, por ejemplo de minorías china y judía. Hay un surgimiento que empezó con el primer libro de Isaac Goldemberg. Y el resto, como yo o Gregorio Martínez, siguió el camino que él trazó.


¿Considera la experiencia de su colectividad otra forma de aproximarse a la peruanidad?
–Sí. Pero la población china no es tan pequeña en el país. Es aproximadamente diez por ciento. A veces no lo vemos. Muchos se han integrado por el mestizaje y son como un peruano cualquiera.


Usted nació en China y vive hace varios años en Hawai. ¿Por qué vuelve su temática al Perú?
–Sistemáticamente vuelvo al Perú. No sé por qué. Hace dos semanas acabé una novela corta inspirada en un crimen doble ocurrido en Honolulu. Pero cuando me puse a escribir, no pude ambientarla allí, sino en el Perú de los años 70. Curioso. Yo no me siento compenetrado con la gente de allá a pesar de tener más de veinte años en Hawai.


¿En qué idioma escribe?
–En una mezcolanza. Porque uno piensa con las palabras y frases que más fácil le vienen a la mente. Si una frase china me es más fácil recordar, utilizo esa frase. Actualmente creo que pienso más en inglés por mi trabajo. En mi vida familiar hablo un dialecto de la china con mi mamá.


Sus trabajos no han tenido relación con la literatura. ¿Cómo consigue tiempo para escribir?
–No tengo problema ni con el tiempo ni con el ambiente. Siempre he podido escribir en las condiciones más hostiles. La única circunstancia en que no puedo escribir es cuando no tengo “peace of mind”, tranquilidad emocional. Cuando mi mamá está enferma, no puedo concentrarme.


Datos
Su idioma materno es el luntú, un dialecto chino hablado por sólo 20 mil personas.


También habla el chino mandarín y cantonés, además de español, inglés y francés.


Su próximo proyecto es una novela sobre el paso del músico americano Louis Moreau Gottschalk por el jardín Otaiza de Lima a mediados del siglo XIX.


Todos sus libros se pueden conseguir a través de la editorial de publicación por demanda http://www.lulu.com/.


Algo más
Mañana, a las 19.00 horas, presenta su nueva novela La vida no es una tómbola en el Instituto Raúl Porras Barrenechea (calle Colina 398, Miraflores).

Artículo en Deporte Total de El Comercio, 28 de Febrero de 2009

El Gol Inolvidable de Oblitas y la Tragedia del Nacional

Los Buenos y los Malos Días
Por Siu Kam Wen

Lo que más recuerdo del deporte peruano son una tragedia y un gol. La primera fue la tragedia del Estadio Nacional de 1964, en que 328 hombres, mujeres y niños perecieron aplastados, pisoteados o asfixiados en los oscuros y húmedos túneles de salida del estadio, cuando trataban de escapar de los gases lacrimógenos lanzados por la policía a las tribunas. Los equipos que jugaban ese día fueron las selecciones de Perú y de Argentina, que disputaban su paso a las Olimpiadas de Tokio. Mi tío tenía una radio instalada en la tienda, pues le gustaba escuchar huainos y marineras cuando no había parroquianos. A las cinco o seis de la tarde de ese domingo fatídico, sin embargo, los huainos fueron interrumpidos por las histéricas voces de los locutores, que ponían a los oyentes al tanto de la tragedia que estaba ocurriendo en el estadio. Se podía escuchar el ulular interminable de las sirenas, pero no recuerdo si venía solo de las transmisiones o también de las calles. Los hospitales se llenaban de muertos y de heridos, que pasaron del millar; a los médicos que estaban disfrutando de su tarde libre se les pidió reportarse a los centros médicos con la mayor prontitud posible. Yo tenía entonces 13 años, y a mí se me anegaron los ojos a medida que el número de los muertos y de los heridos subía como el mercurio durante la canícula. Al día siguiente, todos los diarios mostraban en su primera plana fotos de los muertos, dispuestos en hileras dobles, esperando ser reconocidos por sus parientes.

GOL AL SUR

El gol fue el que hizo Juan Carlos Oblitas, el “Ciego”, durante la Copa América de 1975, en el partido jugado contra el seleccionado de Chile. Pude ver ese partido en vivo y en directo. El gol se generó desde el mediocampo, cuando el “Gran Capitán” Héctor Chumpitaz, subiendo desde atrás, hizo un magnífico pase largo a Percy Rojas, que jugaba como alero derecho. Rojas recibió la pelota en la zona de los tiros libres, dribleó hábilmente a un defensor chileno y la “sombreó” por encima de otro. Para entonces Oblitas, que jugaba de alero izquierdo o de centro delantero, se había desplazado hacia el centro hasta colocarse delante del arco, pero con la espalda vuelta hacia él. A Oblitas lo marcaban tres o cuatro chilenos. Lo que hizo entonces el “Ciego” fue digno de figurar en todas las crónicas deportivas del mundo. Primero paró y levantó la pelota con el empeine de su pie derecho y la tocó con la rodilla. Entonces hizo una chalaca y con casi calma y una elegancia sin duda contribuida por su figura espigada, mandó la pelota al fondo de la red sin que el guardameta pudiera hacer nada para impedírselo.

El Escritor Siu Kam Wen Vuelve al Primer Plano con Nuevas Ediciones en Perú


Agencia EFE
Miércoles, 4 de marzo 2009

Lima.- La obra de Siu Kam Wen, un escritor peruano de origen chino que reside desde hace varias décadas en Estados Unidos, ha vuelto al primer plano con la reedición en Lima de su primer libro de cuentos y la edición de su última novela.

Nacido en la localidad china de Zhongshan, en 1951, llegó a Perú a los 8 años y vivió en el país hasta 1985, cuando viajó a Hawai para buscar "mejores oportunidades laborales", según confesó el escritor a Efe.

A pesar de la distancia geográfica, su obra literaria ha mantenido siempre el vínculo con Perú y la comunidad china residente en el país andino, por lo que se reconoce como "un escritor peruano".

"Mi nacionalidad puede ser norteamericana, por nacimiento soy chino, pero como escritor soy peruano, porque casi todo lo que he escrito es sobre el Perú, sobre la gente, sobre mi experiencia en Perú", enfatizó el escritor.

Siu Kam Wen admitió que, a pesar de sentirse parte del canon literario peruano, no tiene mayor vínculo con él y todavía es considerado "un escritor de la periferia".

De visita después de varios años en Lima, presenta esta semana la reedición de su libro de cuentos "El tramo final", publicado en la serie Clásicos Peruanos Contemporáneos de la editorial Casatomada.

Estos relatos, que fueron elegidos libro del año tras ser publicados por primera vez en 1986, también dieron origen a su leyenda, ya que hubo críticos y comentaristas que señalaron que se trataba de un seudónimo.

"Muchos pensaron así, lo que pasaba es que yo cuando publiqué mi primer libro ya había salido de Lima y no hubo oportunidad de mostrar mi cara al público, nadie sabía quien era y cuando la gente veía mi fotografía pensaba que era falsificada", admitió con buen humor.

Contribuyó a eso su lejanía física de Perú, dedicado por entero a su profesión de contador en una institución gubernamental en Hawai, aunque siempre añorando su paso por una Lima, y por el tradicional barrio del Rímac, donde creció y pasó gran parte de su juventud.

"Siento más nostalgia por Perú que por China, pasé una parte de mi niñez y la adolescencia y juventud aquí, así que todos mis recuerdos están relacionados con Perú, por supuesto no todos son gratos", comentó.

El próximo jueves también presentará su novela "La vida no es una tómbola", publicada por el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudió contabilidad pero también encontró su camino literario.

Escribió desde los diez años en chino, el idioma que dominaba por entonces, y solo a los 29 años comenzó a hacerlo en español, para enfrentar la "desdicha" que le generaba estudiar una carrera impuesta por presión paterna.

"Siempre tuve esa vocación por la literatura, yo era muy desdichado en mis salones de contabilidad, pasaba todas las noches yendo al pabellón de Letras", indicó para luego señalar que en esos tiempos hizo amistad con escritores como Cronwell Jara y Mario Ochoa.

Reconoció, además, la importancia que tuvo en su trayectoria literaria el descubrimiento de la obra del escritor peruano Isaac Goldemberg.

"Me interesó y me dije que si a mi, como un extranjero, me gustaba una novela sobre judíos, entonces si yo escribía acerca de los chinos tal vez podría tener lectores, fue por esa razón que me decidí", aseguró.

Es por ese motivo que en sus libros "hay toda una variedad de personajes" que intentan reflejar ese "microcosmos" que, según dijo, conforma la gran comunidad china en Perú, integrada por inmigrantes directos, chinos de segunda generación (conocidos como tusán) y mestizos.

"Traté de abarcar a todos, porque de lo contrario sería parcial", aseguró.

Siu Kam Wen admitió que una de sus mayores alegrías ha sido ser publicado por la universidad de San Marcos, donde padeció la infelicidad de sus estudios impuestos, pero también fortaleció su camino literario.

"No me importa que los años que pasé en San Marcos no fueran nada idóneos, pero he sido publicado por San Marcos, pues", concluyó con satisfacción.

Interview in EFE, March 4, 2009

Writer Siu Kam Wen Back in the Public Eye in Peru

By David Blanco Bonilla


EFE. The work of Siu Kam Wen, a Chinese-Peruvian writer who has lived for several decades in the United States, is once again attracting notice with the republishing in Lima of his first book of short stories and the release of his latest novel.

Born in the Chinese town of Zhongshan in 1951, he arrived in Peru at the age of eight and lived there until 1985, when he traveled to Hawaii to pursue "better work opportunities," the writer told Efe.

But despite the geographical distance, he has always maintained ties with Peru and the Chinese community in the Andean nation through his work and therefore considers himself to be "a Peruvian writer."

"My nationality may be American and I may be Chinese by birth, but I'm a Peruvian writer because almost everything I've written is about Peru, about its people, about my experience in Peru," the author said.

Siu acknowledged, however, that, even though he feels his works are part of the Peruvian literary canon, his ties to that tradition are not as strong as some other authors and therefore he still is considered "a writer of the periphery."

Currently on a visit to Lima after being away for several years, he is presenting this week a republished version of his story collection titled "El tramo final" (The Final Stretch), part of the Contemporary Peruvian Classics series put out by the Casatomada publishing house.

In a curious side-note to the work, chosen as book of the year in Peru after being published for the first time in 1986, several literary critics and commentators initially said the title had been published under a pseudonym.

"A lot of people thought that way. What happened is that when I published my first book I'd already left Lima and there was no way to show my face in public. No one knew who I was and when people saw my photograph they thought it was a fake," he joked.

Also contributing to that perception was his physical distance from Peru because, even though he was always yearning for Lima and the traditional neighborhood of Rimac where he grew up and spent much of his youth, he was fully dedicated at that time to his work as an accountant at a government institution in Hawaii.

"I feel more nostalgia for Peru than for China. I spent part of my childhood and adolescence and youth here, and so all my memories are connected with Peru. Of course they're not all pleasant," he said.

On Thursday, Siu also will present his novel "La vida no es una tombola" (Life is not a Tombola), published by the Fondo Editorial of the National University of San Marcos, where he studied accounting but also discovered his literary vocation.

He wrote from the age of 10 in Chinese, his dominant language at that time, and only switched to Spanish at the age of 29 to cope with the "unhappiness" he felt over having pursued a career imposed on him by his parents.

Entrevista en Diario El Correo, 26 de Febrero de 2009


Identidad Múltiple

Considerado un autor de culto, Siu Kam Wen se encuentra en Lima para presentar la reedición de su ópera prima El tramo final (Ed. Casatomada, 2009) y su última novela La vida no es una tómbola (Fondo editorial de la UNMSM, 2009).

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR
Fotografía de GISELLA SAN MIGUEL

Usted empieza a escribir literatura de manera precoz, desde que era un niño…
Sí, pero en chino, no en castellano. Empecé a escribir en castellano recién cuando había cumplido 29 años.

¿Qué lo hizo tomaresa determinación?
Me di cuenta de que si yo escribía en chino no tendría mucho público. Y estando en el Perú, creo que uno debe de hacer el intento para escribir para un público local.

Ahora que se reedita su primer libro, El tramo final, ¿qué recuerda de aquella época?
Fue una época bastante movida, porque fueron los años de Velasco. La economía estaba mal, y yo estudiaba Contabilidad en San Marcos de noche. Pero un día pasé por el pabellón de Letras y vi un afiche que anunciaba un concurso de cuentos. Entonces, regresé a casa y empecé a escribir el primer cuento del libro, "El deterioro".

Los cuentos son sobre lacolonia china en el Perú...
Yo creo que hice una elección bastante apropiada, porque yo antes de escribir ese primer cuento ("El deterioro"), había hecho unos intentos de escritura. Trataba de imitar a Borges y escribía cuentos fantásticos, pero no me salía nada. Hasta que un día leí una novela de Isaac Goldemberg. Entonces pensé: si a mí, como un extranjero, me interesaba leer sobre los judíos, ¿por qué no puedo escribir sobre los chinos y tener lectores peruanos?

También presentará en Lima su más reciente novela, La vida no es una tómbola. ¿Es el más autobiográfico de sus libros?
Sí, es lo más autobiográfico que he escrito. Hay tres personajes principales en la novela: uno es Héctor, otro es el tío Elías y la otra es una chica llamada Maggie. El personaje Héctor está basado en mi experiencia.

Y es el mismo Héctor del cuento "El deterioro"…
Exactamente. Porque me dije: para qué me voy a inventar otro nombre y otras situaciones si todo el mundo va a saber que está basada en mí (risas).

¿Cómo es su relacióncon el Perú?
Salvo La estatua en el jardín, que transcurre en París, todos mis libros están ambientados en el Perú. Por ejemplo, hace poco escribí una novela basada en un hecho ocurrido en Hawai, sin embargo, no pude escribir ese libro ambientándolo en Hawái, sino que tuve que reubicar la acción en el Perú de los años setenta. No sé si llamarlo nostalgia.

¿Se considera peruano?
Ese es un tema que yo siempre eludo (risas). Por nacionalidad yo soy norteamericano, por nacimiento soy chino, pero por afecto soy peruano. Mira, como individuo me pueden calificar como chino, o como chino nacionalizado norteamericano, pero como escritor, yo me considero un escritor peruano.