Esta es la carátula tentativa de la nueva novela que estoy escribiendo. Espero completar el libro en otros tres o cuatro meses, optimísticamente. Está basada en un crimen pasional ocurrido aquí en Honolulú veinte años atrás. Es una historia violenta, con dos clímax. Me gusta alternar entre lo autobiográfico y lo no autobiográfico, y después de La vida no es una tómbola, es natural que emprenda algo de esta índole. Los más difíciles capítulos (cinco de un total de ocho) ya han sido escritos.
El título viene de estos versos de Phèdre de Racine, que ya he usado en otra novela mía, La estatua en el jardín:
Ah, douleur non encore éprouvée!
À quel nouveau tourment je me suis réservée!
Tout ce que j’ai souffert, mes craintes, mes transports,
La fureur de mes feux, l’horreur de mes remords,
Et d’un cruel refus l’insupportable injure
N’était qu’un faible essai du tourment que j’endure...
¿Cómo dice el refrán? ¿Ese que habla de la carreta yendo delante del caballo?
El título viene de estos versos de Phèdre de Racine, que ya he usado en otra novela mía, La estatua en el jardín:
Ah, douleur non encore éprouvée!
À quel nouveau tourment je me suis réservée!
Tout ce que j’ai souffert, mes craintes, mes transports,
La fureur de mes feux, l’horreur de mes remords,
Et d’un cruel refus l’insupportable injure
N’était qu’un faible essai du tourment que j’endure...
¿Cómo dice el refrán? ¿Ese que habla de la carreta yendo delante del caballo?
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