Este no es exactamente un poema de la mejor calidad. Pienso que está más cercano a un 打油詩 en chino o un "limerick" en inglés.
(La juventud sí vuelve)
Dice el pobre Darío
en su delirium trémens,
desengañado de la vida
y de las muchas mujeres,
que la juventud viene,
pasa y no vuelve.
Y yo teniendo ya
la misma edad otoñal
en que escribió su canción
donde lamentó melancólico
cómo quiso llorar y no pudo,
y cómo lloró sin quererlo,
donde enumeró una a una
su harem de mujeres bonitas
e igualmente sus desengaños.
Yo que teniendo la misma edad,
habiendo vivido menos mundano,
gozando menos placeres,
siendo menos incontinente,
le doy aqui la contra,
le digo que no es cierto,
que la juventud sí puede
volver con la primavera
en el otoño de la vida:
todo lo que se necesita
es que seas el recipiente
del amor de una buena mujer
que vivió en tu juventud,
que te amó esa vez,
y que te vuelve a amar hoy,
una mujer que te es devota,
que te acurruca en su seno
cuando arrecia el frio,
que te habla todos los días
cuando te sientes solo,
que te canta canciones de cuna
y susurra cosas de ternura;
en fin, alguien como mi *****,
como mi cholita linda,
para que sonrías otra vez,
se enverdezcan tus canas,
dé animación a tus ojos,
se te alegre el corazón,
te embriagues sin licor,
tengas un "high" sin drogas,
y en época de caída de hojas,
sientas que te estás agarrando
una fiebre de primavera.
No comments:
Post a Comment