Wednesday, July 22, 2009

Reseña de Tómbola en La Razón, 12 de Julio del 2009

“La vida no es una tómbola”

Letra de Enlace
Yolanda Osterling

Autor: Siu Kam Wen (Chunshan, Kuangtung, China 1951), descendiente de emigrantes chinos afincados en Perú, llegó a los ocho años, aprendió aquí el español, estudió secundaria en un colegio estatal y el Colegio de Aplicación de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de San Marcos; estudió contabilidad y literatura en la misma universidad. Por sus trabajos obtuvo menciones honrosas en el Premio Copé 1981 y la revista Caretas; pertenece a la generación literaria de los 80, la misma de Alonso Cueto y Mario Bellatín, entre otros. En 1985 emigró a Hawai donde reside. Entre sus publicaciones: “El tramo final”, “La primera espada del imperio”,”Cuentos completos”, “La estatua en el jardín” y “Viaje a Ataca”, además de ensayos en inglés.
Ha respondido sobre el idioma preferido para escribir: “Eso depende del género. Prefiero escribir ensayos o tesis en inglés, pero me siento más cómodo usando el castellano cuando escribo novelas o cuentos...” Sobre asuntos relacionados con identidad y nacionalidad, explica: “No me importa lo que piensen de mí como un chino o un chino americanizado, creo que como escritor estoy en la obligación de reclamar mi ciudadanía peruana y los críticos de otorgármela...” Sobre su actual lugar de residencia dice: “... ando un poco cansado de ir de una parte del mundo a otra, y he anclado el barco...” En cuanto a sus vínculos literarios, cuenta: “Un día alguien quiso presentarme a un profesor de literatura; le anunció que yo era un escritor chino que escribía en español. El profesor me miró como si yo recién hubiera llegado del planeta Marte y se alejó sin decir palabra...” ( unmsmnoticiasfondoeditorial.com, diciembre 2008).
“La vida no es una tómbola”, autobiografía novelada, lenguaje simple y exacto, sin excesos, rigurosamente trabajado por el escritor para relatar historias humanas, tiernas de emigrantes; en este caso el personaje central -Héctor- llega de China a Perú con su madre a los 9 años, para reunirse con su padre, tendero chino de un barrio limeño, pertenece a la clase trabajadora como muchos inmigrantes, es primero observador por falta de conocimiento del idioma, que luego aprende. La adolescencia transcurre entre el trabajo de la tienda familiar y estudios en un colegio estatal, luego la nocturna; muy aficionado a estudiar, leer, reflexionar, sufre gran soledad, padece situaciones de exclusión; de esa época dice Héctor: “Eran los años de la dictadura del general Manuel A. Odría, quien fue enemigo acérrimo de aceptar inmigrantes de origen asiático y entre las primeras cosas que hizo... fue prohibir la entrada de chinos al Perú. La prohibición no se levantaría sino durante los años de gobierno del más benévolo Manuel Prado...”. De Jorge, uno de sus pocos amigos, cuenta: “Ambos tenían esa disposición de ánimo contemplativa que caracteriza a los niños o adolescentes que se han visto obligados a crecer diez años en el espacio de tres... Uno de sus temas frecuentes de discusión era el significado de la vida, algo que habían comenzado a cuestionar con el fin de explicar las relativas privaciones de sus propias existencias...”; Jorge lee los primeros escritos de Héctor, aficionado a crear cuentos y le aconseja: ¿Sabes cuántas personas como tú o como yo hay en el Perú? Probablemente no más de veinte mil. En cambio, las que no son como tú o yo se cuentan por millones. Es para este público de millones que debes estar escribiendo, si lo que escribes está destinado a ser leído algún día...”
Luego de secundaria, el personaje Héctor continuará estudios universitarios de contabilidad y literatura con mucho esfuerzo y perseverancia; lugares conocidos, costumbres, sucesos políticos en Lima de esos años juveniles son escenarios; la vida en la colonia china de comerciantes pobres de clase media, conocemos poco sobre este tema, la novela nos relata su realidad cotidiana, sentimientos, aspiraciones, para la mayoría de lectores que vivieron esos años esto es una instructiva novedad.
Si bien el autor no es peruano de nacimiento, tiene alma de peruano, ante esto poco importa en literatura el color de un pasaporte; no puede ser de otra manera, infancia, adolescencia y juventud sucedieron en el Perú, exactamente en Lima. Compartió parte de nuestra historia, se respira peruanidad, los lectores, verdaderos jueces de textos y escritores, experimentan esta percepción, esperarán las obras de Siu Kam Wen, como las de cada uno de nuestros escritores actuales que desde lejos escriben al país sobre el país, puede ser que tenga de esta manera el número premiado de la tómbola.

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