Mi siguiente proyecto será probablemente otra novela corta. Ya tengo el título -El pianista del Otaiza- y un bosquejo de la historia, pero todavía tengo que decidir acerca del "tono" que usaré.
El pianista es Louis Moreau Gottschalk, un pianista y compositor norteamericano que pasó unos meses en el Perú, en el año 1865, dando conciertos en el Salón Otaiza, antes de que éste deviniera en un tugurio insaluble. Tengo una obsesión con Gottschalk desde que descubrí su música y su conexión con el Perú, allá en 1990.
La novela tendrá cuatro partes: I. El pianista del Otaiza; II. El haunting del capitán; III. Las primas; IV. La peste. Esta nueva novela no tiene nada que ver con un fallido intento que hice durante mis primeros cinco años en Hawai, titulado Gottschalk y el pishtaco.
Le debo a Joel Anicama Díaz por sugerir la idea de escribir algo ambientado en el Perú del siglo diecinueve, pero en vez de una novela policial, como sugirió, decidí escribir una novela de fantasmas.
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